16. Galería Noroeste

North West Gallery

Transcripción

Esta sala contiene una exposición sobre la historia, la construcción y la restauración del edificio. David Beevers nos habla del extraordinario diseño exterior del Pabellón.

David Beevers:

El interior del Pabellón es chino y el exterior es indio. ¿Pero qué tipo de estilo indio es? En aquellos tiempos se le solía llamar hindú, pero no es para nada hindú; es mogol, islámico, del norte de India. Se inspira en los prototipos del norte de la India del siglo 16. Pero en realidad un visitante indio no reconocería nada aquí, reconocería algunos elementos, pero la planta y distribución del pabellón son europeas. ¿Y de dónde salió todo esto? En parte está vinculado con el hecho de que en 1783 Inglaterra perdió sus colonias en América del Norte, así que el Pabellón es una especie de testimonio visual del Raj británico y del principio del Imperio británico en la India. ¿De donde sacó el arquitecto Nash todas estas ideas? Pues, entre 1795 y 1808, Thomas y William Daniells, tío y sobrino, publicaron una serie de paisajes y vistas de la India, y sabemos que John Nash tomó prestado uno de estos libros de paisajes de la biblioteca del príncipe regente en Carlton House. Sacó ciertos elementos de ellos, pero los combinó de una forma muy europea, muy pintoresca. Y lo que hay que subrayar es que no fue el primer edificio de estilo indio construido en este lugar, pues el Domo, es decir, las caballerizas reales, ya se habían construido en estilo indio en 1804. El príncipe residía en un edificio clásico y el Domo se erigía como una inmensa mole de estilo indio, y se decía que los caballos del príncipe regente estaban mejor alojados que él. Así que Jorge decidió que el Pabellón se remodelara a juego con el Domo. En la actualidad, el Pabellón Real de Brighton y otro edificio de inspiración india de Sezincote, en Gloucestershire, son los dos mejores ejemplos de exotismo durante la Regencia y, en el caso del Pabellón, de un mundo de ensueño en el que el príncipe podía hacer realidad sus fantasías más descabelladas.

Cuando quiera, diríjase a la derecha, hacia el Pasillo Adelaida y los salones de té, y marque el número 17.